Todos los meses se realiza el "CAFÉ LITERARIO LETRARTE" en el Centro Cultural Eugenio F. Virla (25 de mayo 265, S. M. de Tucumán) - !!NO FALTES!!. Llevamos ya 10 años consecutivos.

María Eter González de Montoya (Catamarca)


MARÍA ESTER GONZÁLEZ DE MONTOYA


Nació en Tinogasta, Catamarca, en 1946. Actualmente reside en San Miguel de Tucumán.
Maestra Normal Nacional (Tinogasta), Profesora de Piano, Teoría y Solfeo (Tucumán).
Dictó y participó en cursos sobre Didáctica de la Música, Expresión Corporal, Dirección Coral, Tallerista y Coreuta de la Fundación Música Esperanza Tucumán.
Escribe poesías desde los 16 años. Participó en la Antología de el Vº Encuentro de Escritores y Poetas, Tinogasta, Catamarca.
Actualmente dirige Talleres Literarios, prepara la publicación de su primer libro y se especializa en técnicas de pintura para la ilustración de poemas.

VENDIMIA
En blando lecho
tapadas de lunas,
besadas de soles,
descansan las vides.

Febrero ya gime
en el viento,
entre retamas y breas
presintiendo la cosecha.

La luz, se aquieta
en la gota de rocío,
y convertida en torrente
las uvas madura.

Caen en las cestas
los racimos plenos,
reflejándose en los ojos
de los vendimieros.

Se hilvanan en cantos
las manos, las cestas,
en el renovado preludio
de un vino nuevo.

Allá van los racimos,
cruzan el río,
la cuesta y el valle
entre ocres, azules y verdes.

Y en la bodega,
se hará el milagro
de la vid bendita
en vino convertida.


MI PONCHO
Las manos urden los hilos
en silenciosa armonía
de rezo, esperanza y mujer…
Va naciendo, mi poncho.

Descansa en trama de zambas
y en sus flecos apurados,
chacareras y malambos
juegan en la polvareda.

Al arco iris le pidió
colores para el carnaval,
al sol, calor para abrigar,
y a la luna, luz para acompañar.

Aquella Ñusta bonita
le dio sus pies descalzos,
para danzar en el viento
recorriendo mil caminos.

En jubilosa prestancia
el pecho del jinete ya cubre,
celebrando a la Patria
en las fiestas de mi pueblo.

¡Ha nacido, mi poncho!




COMUNIÓN
Ven…
Toma la cinta de mi pelo.
Hagamos una fiesta
con serpentinas
de lluvias y de soles.
En mis valles
entibiaré tus respuestas
para ungir
con arcilla tus manos.
En caricias me cuidarás,
en tu espera descansaré,
en tus sueños me refugiaré.
En la comunión
de tus manos y mis surcos
mi vientre sembrarás…
Gozosa,
en espigas me prodigaré…
Y en tu mesa,
labriego,
el pan no faltará.

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