ANA ELISA MEDINA
Ana Elisa Medina, nació en Resistencia,
Chaco, Rep. Argentina, desde hace más de treinta años vive en Río
Gallegos, Santa Cruz, Patagonia Argentina. Publicó varios libros: "Versos
del Pueblo",1974; "Santa Cruz en llamas", 1997; "Paradelo
Gob. Const. de Santa Cruz" -ensayo histórico, Premio Federal de
Humanidades,1987, reeditado en tres
oportunidades-; "Ansiedad de hombre", 2008; "Ser
con...",2008; integra varias (seis o más) Antologías, publicó en
periódicos y revistas. Realizó varios programas radiales y uno de TV., mantiene
al aire el programa "Aónikenk" desde 1990 en L.U.14 Radio Pcia. de
Sta. Cruz, AM 830. Participó en casi todas las Ferias Internacionales del Libro
de Bs. As.; y otras ferias de libros latinoamericanas, como en Encuentros y
Congresos de Escritores internacionales. Jurado Nacional e internacional. Lleva
adelante un taller literario para adultos mayores y otro para jóvenes. Como
artista plástica realizó exposiciones colectivas a nivel provincial y nacional.
Socia fundadora de SADE Secc. Sta. Cruz (Presidente en tres períodos de la
entidad), ocupó cargos de la directiva nacional; socia fundadora del “Ateneo
Cultural Santacruceño”, de “Artemanaike” y del Grupo Aónikenk.
Escritora, Mediadora, Técnica en Artes
Visuales, ejerce el periodismo.
AMOR
MAR
Arena
y espuma se estremecen
en
cálida noche
y
arremeten las olas
en
Viña del Mar
golpeándome
el pecho
ante
lejano amor
en
creciente angustia de luna.
Los
pasos de Neruda
me
trajeron a estas costas
navegando
los espacios siderales
de
tanta palabra sentida.
En
La Sebastiana recorrí
el
tibio aliento de hogar
y
miré el horizonte de tanto mar
abrazándome
recuerdos
del
poeta y su amada.
II
El
sabor a sal del mar
recorrió
mi cuerpo
y
cual gaviota partí
hacia
Isla Negra.
Me
posé en el campanario
sentí
las presencia de ellos.
Matilde
y Pablo, allí estaban
en
proa-sepultura, península
flechada
de amor-mar.
Sobrevolé
la playa, entré despacio
crucé
el umbral del museo casa
y
allí desde su escritorio
miré
nuevamente el océano.
Cabalgué
briosos caballos,
bebí todas las ansiedades
de
aquellas botellas vacías.
Embriagada
de tanta poesía y amor
volé
a Santiago
buscando
La Chascona.
Allí
estaban ellos dos,
inmortalizados
en cuerpo y alma
en
el retrato de Rivera.
Tanta
pasión y amor
cubrió
la poesía
de
mi amado Pablo!
Viña del Mar, 11/1/11.- Ana Elisa Medina
A SOLAS
A solas, en silencio, Señor, contigo estoy.
Bendigo todo lo que me das
y todo lo que me quitas.
Eres mi faro, mi lumbre
en este caminar caminos
de distancias y fronteras.
A solas, en silencio, Dios, contigo estoy
lustro mi cruz que me has dado
y con orgullo la llevo
hasta que tú me la quites.
BÚSQUEDA
Cuanta
palabra derramada, cuánta aguas de ríos
en
sideral espacio del poeta viajero
buscando
un no sé qué
tal
vez la conexión con el otro
a
través del tiempo y distancia.
SÓLO FUEGO
Y te fuiste despacio, con
tus máscaras,
tus miedos y tu paso lento.
Te fuiste dejándome el fuego
quemándome la piel.
Lluvia de tiempos, de soles
y de lunas
moja el volcán que duele y
arde.
Otra vez apostando a la
esperanza,
otra vez la ruleta de la
vida
y caminos a descubrir.
Tal vez todo sea mentira,
tal vez no exista la
felicidad,
tal vez sólo exista el dolor
y el fuego milenario
de los sueños y del amor.
SOLO AMOR
Pienso en
los momentos breves pero hermosos que hemos pasado
pienso en ti a cada instante, pienso en ti cuando miro una flor,
pienso en ti cuando escribo, pienso en ti cuando camino,
pienso, pienso, pienso, pienso que el vino de la vida nos unió.
Pienso beber cada instante de mi vida el néctar que hay en tí.
La vida hizo que nacieras en un lugar donde la vid es más rica
y el vino de tu copa como sello sagrado nos unió.
Palabras, palabras y dolores escuchados, palabras, palabras
palabras y silencios abrazadas en un sólo latir
todo mi sentir, todos mis sueños para ti.
Amor, amor, amor de otoño, amor sin fin
camina junto a mí, sin miedos, con plena libertad
juntos en el atardecer, juntos en el amanecer,
solos, tú y yo por siempre amor.
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pienso en ti a cada instante, pienso en ti cuando miro una flor,
pienso en ti cuando escribo, pienso en ti cuando camino,
pienso, pienso, pienso, pienso que el vino de la vida nos unió.
Pienso beber cada instante de mi vida el néctar que hay en tí.
La vida hizo que nacieras en un lugar donde la vid es más rica
y el vino de tu copa como sello sagrado nos unió.
Palabras, palabras y dolores escuchados, palabras, palabras
palabras y silencios abrazadas en un sólo latir
todo mi sentir, todos mis sueños para ti.
Amor, amor, amor de otoño, amor sin fin
camina junto a mí, sin miedos, con plena libertad
juntos en el atardecer, juntos en el amanecer,
solos, tú y yo por siempre amor.
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