Arturo Volantines (Chile)
ARTURO VOLANTINES
Arturo Volantines nació en el pueblo legendario de Copiapó en 1955. Residió un par de años en Antofagasta, donde dirigió el Grupo Salar y fue editor de libros y revistas. Llegó el 80 a la ciudad de La Serena, donde fundó las revistas literarias, Lapislázuli y La servilleta de la poesía y fue cofundador de la SECH regional y otras instituciones de la cultura. Ha publicado: Poetas jóvenes del Norte, Antofagasta, Ediciones Sol y Sal (1980); Pachamama, Santiago, Editorial Cambio (1987); Antología de la poesía del Valle de Elqui, Antofagasta, Ediciones Universitarias, Universidad Católica del Norte (2002); Lo que la tierra echa a volar en pájaros, Antofagasta, Ediciones Universitarias Universidad Católica del Norte (dos ediciones, 2003 y 2004). Ganador de una docena de premios en concursos literarios nacionales Fue reconocido con el Premio "Papiro" en la ciudad de La Serena, con el Premio "Federico Varela" en la ciudad de Chañaral y con la Medalla Ciudad de La Serena, al cumplir ésta 460 años. Ha sido considerado en varias antologías de poesía chilena. También fue incluido en Poesía de altura. Antología latinoamericana de poesía, La Paz, Bolivia (2004).
Lo que la tierra
echa a volar en pájaros
14/Para Luis Aguilera.-
Mi taita
reúne a su tropa.
Y cuenta las monedas
para conseguir la alfalfa.
Los hijos, en torno a la mesa,
le contamos, en silencio,
las lágrimas del cielo
c
a
y
e
n
do
sobre
los platos.
17/ Benito Tapia.-
Buscamos tus vértebras/banalmente
en el huerto de los “héroes y tumbas”,
porque no fueron magnolias lo que voló
...............................................ese septiembre,
sino sangre/huesos y carne/sangre/desgarros
.......................................................y duelo/sangre.
De ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti sólo
nos quedó un ramo de días en el pecho.
¿Cuántos ángeles tiene tu pena?
¿Cuántos buitres tiene nuestro olvido?
¿Cuántas lenguas tiene vuestra memoria?
También se nos vio en ti:
pepino, aguatero del Limarí
cúprico-algarrobo del El Salvador:
charco-sanguíneo donde llueve la Viuda,
cuesco de chañar en el charco alojado del desierto,
de Atacama charco adentro del cerebro de las viejas
.....................................................................leyendas.
No hallaron tus huesitos,
para desaparecerte nuevamente,
para acunarte en el cadáver de la mar,
como alma gobernada por una estrella.
¡Encuéntranos, tú, hermano;
cuando en el hueso de la memoria
madurando se abra el viento!
Pero, tú, ya cántaro
en la lengua del pájaro,
como la leche cocida hostea
en los patios al Chonchón;
soplas, ay, sí,
soplplas ay, sí,
soplplplas ay, sí,
desde que te trajeron a la eternidad ese 11:
del chucho en los dientes y del tableteo en las fosas.
Muévenos, más que cañas en el estero;
¡muévenos! para que en todas tus muertes
-viejas y recientes-, nuevamente se levante la vida.
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