ADOLFO CÉSAR MARCELLO
Nacido en San Miguel de Tucumán, el 10/02/59. Desde jóven escribió poesías. Participó en varios concursos locales y nacionales. Escribe versos libres con sencillez, brillo y a corazón abierto.
OLVIDA LAS HORAS...
Olvida
las horas que te abrieron una herida,
los
momentos amargos,que lastimaron tu corazón...
No
dejes que el odio se adueñe de tu vida,
la vida
es hermosa, ofrece tu perdón...
Olvida
las horas tristes, de melancolía,
ten
las puertas abiertas siempre para el amor...
Brinda
tu ternura, vive con alegría.
Olvida
las terribles horas, de algún dolor...
Olvida las
horas de experiencias nefastas y de ira,
disfruta
plenamente cada instante, con emoción...
Lucha
por tus ideales, por tu paz y por tu dicha.
Sé
fuerte y positivo, nunca caigas en depresión...
¡ Olvida
las horas que te hicieron mal...olvida !
Adolfo César Marcello
Es la noche...
Es la noche, inmensa,
y de rumores, llena.
Es calma absoluta,
tan misteriosa
y tan
bella...
Mundo de niebla,
que para irse,
el día espera.
Es la noche negra,
morada de las estrellas...
Es la noche, serena;
romancera y constelada.
Es éxtasis,
solemne silencio,
sombra
infinita...
Cargada de augurios
y de leve brisa;
es la
noche, a veces,
tan negra y helada...
Es la noche,
ensueño;
sortilegio y bonanza.
Universo umbrío,
pleno de añoranza...
Es la noche magna,
digna de alabanza.
Con los luceros
que la coronan;
¡es la noche santa,
una divinidad oscura,
de
oro y luz,
se viste siempre su luna!
Adolfo César Marcello
A
LA CUNA DE LA INDEPENDENCIA...(TUCUMAN)
¡Gentil tierra tucumana,
generosa y fecunda,
haber nacido en tus adentros, me llena de ventura!
El manto celeste que gobierna en tus alturas,
tu soberano sol y tu argentada luna.
La pureza de tu aire que huele a libertad
y tu cálida gente que reparte bondad...
Tus montañas que se alzan majestuosas
y tus jardines engalanados de lozanas rosas.
Tu áspero monte, con sus mil ruidos
y tus verdes cerros, de
imposible olvido...
Tus guitarras que suenan al viento,
tus voces, que cantan hasta quedar sin aliento.
Tu santa casa histórica, templo de la gloria
donde un día, un 9 de julio se hizo historia...
Aquel día de júbilo, cuando los congresales
argentinos, con unanimidad y vehemencia
juraron con un
grito inmortal ¡La independencia!
Patria chica mía, grávida de tradiciones imborrables;
Tu magnífico folclore, tus extensos cañaverales,
tus diversos aromas y tus
ríos murmurantes...
¡Hacen que mi
alma, brille como un sol radiante!
Adolfo César Marcello
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