MARI BETTI PEREYRA DE FACCHINI
Escritora del sur de Córdoba. Maestra y Profesora en Letras .Casada con Alfredo Facchini, con quien tiene dos hijos. Fue Dra. de Cultura de la Municipalidad y Delegada cultural de la provincia por su región. Escribe para adultos y para niños. Preside la Sociedad Arg. de Escritores( SADE) en La Carlota y es Directora de la revista “Decires…” de esa entidad. Coordina Talleres literarios y dicta conferencias.
Obras publicadas:”Soltar Amarras-Poemas para Hoy”. “Cuentiversos para niños que sueñan” y cuentos y poemas en 48 Antologías Compartidas.
MIRARSE
Un ojo de hielo
otea desde la terraza más alta
el corazón del hombre .
A su paso
el mundo se deshoja
sin que importe .
Fugaces pétalos
de materia fría
en ciudades de acero :
lágrimas de vidrio,
deseos de papel plastificado
arrugándose en contenedores
donde otras manos
buscan el sustento .
Cuando el revés de la lluvia
logre mojarnos
la hermandad de la sonrisa
y los latidos en la almohada
nos devuelvan
la conciencia de los otros,
el ojo que nos mire
será de luz .
OTOÑO
Un verde tembloroso y frío
me trepa por las venas.
Deja que llueva.
Los sueños duermen
cobijados de pena.
Hoy no hay ojos que espejen
la luna quieta.
Deja que llueva.
Los recuerdos aguardan
bajo la arena.
En lágrimas amarillas
se deshoja el otoño.
Deja que llueva.
Desde un eco sin boca
seré retoño.
Mari Betti Pereyra de Facchini
EL LÁPIZ
Deambula sobre las tapias del corazón
buscando filigranas
que descifren los ecos al silencio.
(Mientras , duerme entre los dedos
un calor de leño rescatado en los cajones).
Su alma de madera es capaz de meterse
en las neuronas del tiempo
para escalar imposibles.
Traza paralelas a los sueños,
hace rayas en la nada
por buscarle la punta
al garabato de la herida,
o escribir debajo del pasado.
Se afila por dibujarle un ojo a la soledad,
al subrayar los miedos y la espera
o sombrear los renglones de la muerte.
Cómplice de la historia,
deletrea el saber,
pinta fonemas al contorno del gozo,
convierte en líneas al amor ,
despierta a la infancia en los papeles,
talla en palabras el devenir del mundo
y bautiza con sílabas el alma de las cosa
hasta espejar la vida por nombrarnos.
A menudo se despierta en mi mano
y bosqueja un poema de grafito y latidos .
Mari Betti Pereyra de Facchini
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